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TUNAE MUNDI
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La Tuna, ¿una de las "escenas vergonzantes" de los Goya?

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A quienes vestimos el grillo en España no nos extraña que, desde el fin de la dictadura, se escuchen o lean comentarios relacionando la Tuna con Franco como que "es el último reducto del franquismo". Esto se ha escuchado más de una vez a pesar de que la Tuna más antigua vinculada a una Universidad hallada hasta el presente date de 1870, doce años antes de que naciera Francisco Franco Bahamonde

Especialmente el 3 de febrero de 2019, la prensa española se pobló de comentarios y opiniones como los que citamos a continuación. "El Español" publicó, bajo la  firma de Lorena G. Maldonado, una serie de opiniones con el subtítulo "Aunque los presentadores han mejorado el listón de otros años, los Goya no se han librado de escenas vergonzosas: de la tuna al homenaje a Fernán Gómez" y que al final de su preámbulo añadía "Aquí algunas de las escenas más innecesarias de la noche" entre las que, acriterio de la citada plumilla, se hallaba:

«La tuna (inoportuna)

 

Sencillamente, un momento que nadie ha entendido y que nadie se ha molestado en explicar: ¿qué pintaba una tuna en los Goya? Mezclada, eso sí, con batucada y danza. Los usuarios de Twitter lloraban de risa bajo el lema: “-¿A que no hay huevos de meter una tuna en los Goya? -¿Que no? Cógeme el cubata...”».

El mismo día, ahora en "El Plural", la crítica de Antonio Avendaño incluía lo siguiente:  

«El arnés y la tuna

 

El ‘sketcht’ de Berto Romero y Javier Broncano colgados de un arnés sobre el escenario tampoco funcionó. Ni siquiera quedó claro si había fallado la tramoya o es que simplemente la escena no tenía gracia. Menos dudas cupieron sobre la irrupción en escena de –socorro– ¡¡una tuna!!! ¿Una tuna en una gala de cine de la segunda década del siglo XXI? ¿Perdona?.....».

También en la misma fecha Mikel Labastida lanzaba en "Las Provincias" "unas cuantas preguntas sin respuesta al aire" entre las que se hallaba este comentario que -al parecer- parecía gracioso a su autor:

«¿Iban escondidos debajo de los vestidos de Silvia Abascal y Paz Vega todos los miembros de la tuna y de la batucada que salieron después al escenario?».

Coincidiendo en la fecha de publicación "La Sexta" publicó una referencia a la Tuna bajo la firma de Inma Escobar:

«Andreu, Silvia y la tuna o cómo hacer un espectáculo de la gala de los Goya

 

.....Andreu y Silvia convirtieron la gala en un espectáculo cargado de humor, ironía y buen rollo. Sí, la tuna también estuvo en una fiesta llena de mensajes reivindicativos.....

[...]

Andreu Buenafuente y Silvia Abril bailaron, se quedaron en ropa interior para presentar un premio y llevaron a la tuna al escenario. Sí, la tuna y una auténtica fiesta para entregar el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción».

Fernando Muñoz, en "ABC" y también el día 3, decía lo siguiente:

«Aunque el peor momento de la noche, una batucada mezclada con la mismísima tuna, trajo inmediatamente después el único toque de guion brillante......».

Rebeca Argudo, en "La Razón", publicaba lo siguiente en la misma fecha:

«Esta edición de los Goya, de todos modos, será recordada como “La de la tuna”. Porque alguien tuvo la maravillosa idea de sacar a la tuna. Alguien tuvo el cuajo de presentar esa idea a sus jefes sin reirse, conseguir que la aprobaran y, en lugar de bajarse del burro y reconocer que era una apuesta y que la cosa acabara ahí, que no pasara de ser una especie de “no hay huevos” entre amigos borrachos, retirarse y ahorrarnos el bochorno, pues no. No contento con eso lleva a la tuna, a una batucada y a dos muñecos hinchables gigantes». 

"El Mundo" ofrecía el día 3 bajo el pseudónimo Dios Tuitero: "Si no lo veo no lo creo, ¡Apareció hasta la tuna! y, al día siguiente y firmado por Manuel Hidalgo, decía: "La tuna, los cómicos colgados del techo diciendo hostia, joder, polla y huevos o los presentadores en ropa interior estuvieron, ciertamente, en otra onda distinta y muy opuesta a la de Rosalía".

Esta relación no pretende ser exhaustiva sino una muestra de lo que la prensa, al menos la virtual, ha difundido sobre la presentación de la Tuna de Económicas de la Universidad de Sevilla y la Tuna Femenina Universitaria de Sevilla, que actuaron unidas interpretando un fragmento de Vagabundo por Santa Cruz y cuyas únicas tres tomas del público asistente lo muestran riéndose de lo que ven en dos de ellas y dando unas palmas al compás de la canción pero no acompañadas de expresión alguna de agrado en los rostros de los "palmeros". 

En varias fuentes se habla de los mensajes reivindicativos abarcados durante la Gala tanto de manera explícita (conciliación laboral, violencia machista, inclusión social, visibilidad, diversidad... hasta opiniones políticas de Pedro Almodovar) como implícita (Inma Escobar: "Silvia Abril se vistió de amarillo para despedir la gala.."), ejemplo de que desde hace años se ha convertido en un foro político en el que el autodenominado progresismo español da rienda suelta a sus pasiones hablando tanto de lo divino como de lo humano y ahora le ha tocado a la Tuna, presentándola como ejemplo de agrupación obsoleta y objeto, por ello, de mofa. 

Habitualmente el colectivo de integrantes de las Tunas Universitarias españolas se ha mantenido al margen y no ha respondido a comentarios con tanto escarnio ni afrenta, pero va siendo hora de presentar cara y defender activamente la imagen y la importancia social que ellas han tenido desde el siglo XIX y mantienen en la sociedad española. Para ello bastaría con desmontar documentalmente las falacias que habitualmente unen a la Tuna las personas que así se manifiestan en todo tipo de medios y para las cuales escribí en 2016 mi libro La Tuna para Legos, pero lo triste es que salvo por fanatismo doctrinal, los "plumillas" y políticos españoles no hacen gala de tener la costumbre de leer, mucho menos de documentarse antes de manifestarse. Por ello aprovechamos las anteriores citas para enfrentar sus incoherencias.

«¿Qué pintaba una tuna en los Goya?»

Lamentablemente quién se planteó esta pregunta desconocía que la Tuna Universitaria es la más importante y globalizada agrupación estudiantil que, gracias a la música y su espíritu viajero, se ha constituido desde el siglo XIX en un verdadero crisol de culturas que difundió por Europa, América y Asia Menor una enorme cantidad de géneros musicales como:

Mafalda"Aires nacionales": pasodobles, boleros, zorcicos, malagueñas, jotas, seguidillas, peteneras, coplas.

"Aires hispanoamericanos": danza puertorriqueña, merengue puertorriqueño, habanera, guaracha, polo, tango, zamacueca, milonga y redova.

"Aires europeos": vals, gavota, rigodón, skottisch, mazurca, polka.

Marchas e himnos, tanto nacionales como de las propias Estudiantinas.

"Música culta": Fragmentos de sinfonías, óperas o zarzuelas.

Canciones populares, tanto de ámbito estatal como regional.

Composiciones propias.

Posteriormente hay constancia de la Tuna Universitaria española, como la Tuna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia (que en 2019 cumple 50 años de actividad continuada contrastada), se ha presentado en todos los continentes excepto la Antártida y Oceanía.

 «¿Una tuna en una gala de cine de la segunda década del siglo XXI?»

¡Por supuesto! Quién se plantea esa pregunta seguramente desconoce que La Casa de la Troya, novela que Pérez Lugín publicara en 1915 plasmando la esencia de la Tuna españñola, fue premiada por la Real Academia Española, se llevó al cine en 1924 con gran éxito y fue objeto de varias versiones posteriores. ¡Sólo por el hecho de estar cercanos al centenario de publicación de dicha novela y a sólo un lustro de cumplir el primer siglo de la presentación de su primera versión cinematográfica la Tuna Universitaria tiene más que merecido un espacio en la Gala de los Premios Goya!

«¿Iban escondidos debajo de los vestidos de Silvia Abascal y Paz Vega todos los miembros de la tuna y de la batucada que salieron después al escenario?»

Dando por supuesto que ambas señoras no corresponden al morfotipo popularizado por Fernando Botero, la cuestión es tan irrelevante como imposible. Las imágenes ofrecidas por La Primera de TVE muestran lo que en argot nuestro se denomina "un tunón" que, además, evidencia la inclusión al compartir canción y escenario la Tuna de Económicas de Sevilla y la Tuna Femenina Universitaria de Sevilla. ¿Es que el plumilla que escribió la frase citada no encuentra en ello un excelente y claro testimonio a favor de uno de los mensajes reivindicativos abarcados durante la Gala (inclusión) y, subyaciendo, la crítica a otro (violencia machista)? ¡No hay peor ciego que quién no quiere ver!

«Andreu Buenafuente y Silvia Abril..... llevaron a la tuna al escenario. Sí, la tuna y una auténtica fiesta para entregar el Goya al Mejor Cortometraje de Ficción»

El enunciado, al reafirmar que se trataba de la Tuna, parece dar por supuesta cierta perplejidad del lector y, al enmarcarlo con el premio al Mejor Cortometraje de Ficción da pie para pensar al menos dos cosas:

¿Interpreta que la Tuna no merece un Largometraje? 

Ya desmontamos esta posibilidad antes al citar la película La Casa de la Troya de 1924.

¿Relaciona su autora a la Tuna con la ficción? 

Dicha plumilla debería saber que la Tuna se constituyó en la segunda mitad del siglo XIX como una importantísima realidad en la sociedad española que llegó al punto de que los políticos de la época buscaron aparecer con ellas en las fotos que difundían los periódicos. Esa realidad fue fruto de sus salidas altruistas para allegar fondos con los que  aliviar las penurias de las víctimas de todo tipo de catástrofes naturales (riadas, terremotos, epidemias) y de otra índole (mutilados y enfermos de guerras, erigir monumentos, construcción de hospitales...) que fueron objeto en 2014 de mi libro Estudiantinas que postularon en o por Murcia. Epidemias y catástrofes por las que desarrollaron su actividad.

«....el peor momento de la noche, una batucada mezclada con la mismísima tuna...» 

Cierto es que las opiniones son personales, que deberían tener un sustento documental y que en numerosos casos están plagadas de juicios y prejuicios, pero calificar de "el peor momento de la noche" al espacio en el que participó la Tuna parece demasiado radical. ¿Es que quién afirma tal cosa no le parece peor la reivindicación pro independencia de Cataluña que subyace en el color amarillo "piolín" del vestido de la presentadora al final de la Gala? A este efecto vale la pena recordar:

a) Según Wikipedia, Silvia Abril nació en Mataró (Barcelona) y se casó en el Ayuntamiento de Barcelona en ceremonia oficiada por Ada Colau.

b) Desde que se apresaron por órden judicial los políticos catalanes encausados por sedición, ese tono de amarillo se ha vinculado con dicha causa a modo de lazos en solapas, balcones y numerosos sitios. No hablo aquí de política sino de una posible reivindicación encubierta que se difundió a toda la sociedad española por la primera cadena de la televisión pública española.

«...alguien tuvo la maravillosa idea de sacar a la tuna. Alguien tuvo el cuajo de presentar esa idea a sus jefes sin reirse, conseguir que la aprobaran y.... ahorrarnos el bochorno..

Si, y además de maravillosa idea fue merecida y justa pues en los "premios del cine español" era necesario un guiño al largometraje La Casa de la Troya de 1924. ¿Bochorno? ¡Ninguno! La Tuna Universitaria es la única agrupación escolar española que ha trascendido fronteras y se ha globalizado, que es un vector de transmisión de valores y que, junto con la Universidad, conforma un binomio de alta importancia social.

«La tuna, los cómicos colgados del techo diciendo hostia, joder, polla y huevos o los presentadores en ropa interior estuvieron, ciertamente, en otra onda distinta y muy opuesta a la de Rosalía».

La verdad es que unir en un mismo epígrafe a universitarios que salieron cantando una canción compuesta por José Carlos Belmonte Trujillo (Doctor en Musiciología y un tuno que conforma parte de la Tuna de Económicas de la Universidad de Sevilla que acudió a la Gala) y las personas malhabladas que colgaban del techo o la vestimenta de los presentadores en un momento de la entrega de premios carece de sentido alguno. Afirmo esto no sólo ante la calidad de la letra y acordes del fragmento interpretado (carente de texto soez) como porque, a diferencia de la ropa interior lucida por los presentadores, el traje de Tuna tiene la más alta consideración en los protocolos de etiqueta, pudiéndose acudir con él ante el Papa y ante cualquier Rey del mundo.

«Si no lo veo no lo creo, ¡Apareció hasta la tuna!»

Lamentablemente los mensajes del autodenominado "progresismo" español, tanto de modo abierto como subliminal, han ido calando en la sociedad y, como parte de ella, el grupo de comunicadores que conforman algunos plumillas (me niego a llamarlos periodistas) y personas del ámbito de la política han conseguido que, junto al silencio de las Tunas y la falta de todo tipo de apoyo de la Universidad, se agreda la imagen de la Tuna Universitaria como en un pim pam pum. Por todo los argumentos y sustentos documentales planteados antes sólo cabe interpretar la frase que genera este comentario como sorpresa ante la presencia de una Tuna en un entorno que se entiende que no le pertenece o, peor, en el que no es bienvenida. Ya lo decía Mafalda: "Vivir sin leer es peligroso, te obliga a creer en lo que te digan".

Por todo ello, como presidente de la única asociación académica dedicada a investigar sobre la Tuna, digo:

  • ¡Es hora de mostrar la falacia de tanto comentario "progresista" rancio, casposo y carente de sustento histórico con publicaciones que lo pongan en evidencia (a ser posible en el mismo medio) y, desde la información documentada, educar a la ciudadanía para intentar evitar que la gente lo repita. 
  • ¡Ahora más que nunca es importante apoyar activamente el proyecto que desarrollamos desde 2013 para que la UNESCO declare a la Tuna/Estudiantina Universitaria "Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad"!

 

Dr. Félix O. Martín Sárraga


 Publicación: 06/02/19