Dos sonetos a Manolo Díaz
Dos sonetos a Manolo Díaz
Eduardo Maestre
Soneto (con estrambote) a Don Manuel Díaz, en su quincuagésimo cuarto cumpleaños
Nació Don Manuel Díaz; y le dijo
a su señora madre la partera:
“Señora: ha tenido usté una fiera
de treinta años; qué hermosura de hijo!”
Pues ya Don Manuel Díaz fue prolijo
en años, desde el día en que naciera;
llegó al mundo bailando una bandera;
y con gafas, pues no veía un pijo.
¡Feliz día, Manuel, que aún joven eres!
¡Cumples muchos; pero, cual supernova,
estallas en estilo y gallardía!
¡Y tu forma de hablar a las mujeres
no la mejoraría ni un Casanova
becado por la de Filosofía!
(Y al oír este soneto, emocionóse;
y a una copa de rioja convidóse.)
Oooootro soneto a Manolo Díaz, pero en su quincuagésimo quinto cumpleaños
Llegas, Manolo, a ciertos numeritos
iguales entre sí, cual dos Españas;
cual dos hoces de horror; cual dos guadañas
que esperan cosechar tus grandes hitos.
Llega un cinco. ¡Y llega a grandes gritos
de decena brutal! Las espadañas
doblan a cinco. (Manolo, sé que arañas
a la sexta decena estos añitos.)
¡Mientras tanto, a soplar cincuenta y cinco
sorbiendo para atrás! Que tu nariz
descumpla cada vela; sin engaños.
Cincuenta y cinco cumples con ahínco,
como si aún fueran quince. ¡Oh, qué feliz
quincuagésimo quinto cumpleaños!