El traje de Tuna. Revisión histórica
Félix O. Martín Sárraga
Prólogo
Esta recopilación supone un capítulo del primer volumen de la serie de libros TVNAE MVNDI. Artículos de investigación y es el fruto de la búsqueda y actualización de datos publicados por diferentes autores que han dedicado tiempo y esfuerzo a investigar sobre los orígenes del traje de Tuna tras los casi tres años transcurridos de la anterior versión publicada en la web de TVNAE MVNDI. Como en cualquier revisión, su valor reside en que, gracias a los hallazgos de los investigadores citados, hoy podemos afirmar su veracidad con más argumentos.
Como antes, hay anotaciones que son propias. Unas carecen de mérito por obvias (sólo se plasman como explicación necesaria para el profano) y otras (citadas con su fuente) ayudan a comprender mejor el tema. Continúa siendo el principal motivo de esta redacción la formación de los pardillos y, secundariamente, plasmar una visión cronológica global que ayude a entender el significado y origen de algunos de los elementos de la vestimenta de las Tunas.
Describimos a continuación la vestimenta del traje de Tuna habitual en España, con sus variaciones hispanoamericanas pero intencionadamente sólo aportamos pinceladas del característico de las Tunas Académicas portuguesas porque en su país, al no abolirse el uniforme escolar, presenta gran variedad.
Antecedentes
De todos es conocido el origen de las Estudiantinas "como una comparsa más del Carnaval" en torno a la década de 1840 (3), pero no todos conocen que antes de vestir de la actual manera se vistió de diversa forma, para lo que vale la pena conocer los contenidos de los siguientes artículos de prensa:
1848: "Entre las muchas estudiantinas que durante los tres días de Carnaval han recorrido las calles de esta corte [Madrid], ninguna hemos visto mas decente ni mejor arreglada que una cuyos individuos llevaban cierta especie de blusa de color rosa y un hongo blanco con su correspondiente pluma negra. Dicha estudiantina ha sido una de las notabilidades en su clase, á mas que por su arreglo y maestría en la parte instrumental, por el gusto y novedad de las jotas, coros, y canciones que eran ejecutadas con un orlen y afinación inusitada. Delante de la casa del Sr. Narvaez estuvieron cantando ayer el Tango americano [que se había hecho famoso en 1847]; y mirando á los balcones de S.E. cantaban a coro con diabólico acento aquello de: Usté no es ná,. Usté no es chicha ni limoná, si, Usté no sirve señó pa ná" (37,38).
1850: "Se dice como positivo que entre la innumerables turbas de escolares que difundirán en estos días por los ámbitos de la capital ese canto tradicional de la jota que entusiasma, conmueve y electriza el corazón mas frío y apático, debe salir una comparsa verdaderamente notable por lo especial de sus trages y por la brillante y bien arreglada orquesta-guitarresco-víolinista, sin que por esto falte la bullanguera pandereta y los atronadores hierrecillos. No queremos describir á nuestros lectores el vestido que deben llevar de pies a cabeza por no quitar el mérito de la novedad á tan sorprendente espectáculo; sin embargo, nos parece conveniente anunciarles, con objeto de que tengan preparado el bolsillo y derramen abundante lluvia metálica sobre tan singular estudiantina, al propio tiempo que escuchen las oportunas coplas dirigidas armónicamente á bellas y feas, á rubias y á morenas, que se distinguirá sobra todo por unos enormes cucuruchos, á modo de pirámides, que llevarán sobre sus enhiestas cabezas" (38).
Hubo también, en un intento barcelonés de dar identidad al estudiante, una corriente que utilizó la combinación de boinas y borlas, pero según Casasús (42) ello duró poco. Dicho autor señala que, al parecer, se debía a que "por aquel entonces se había es trenado aquí la versión cinematográfica de la comedia musical 'El príncipe estudiante', ambientada en el Heidelberg del siglo XIX". Esta tendencia trascendió, aunque poco, al mundo de las Estudiantinas en caso de la comparse 'La Borla Azul' de 1879 (44), habiendo hallado referencias al uso de borlas en los estandartes de alguna Estudiantina al menos en 1933 (43).
1870: "Los trajes de estas comparsas varían mucho: visten las unas de zuavos; otras de pierrots; otras de holandilla encarnada [la indumentaria de las tropas de Garibaldi, que portaban camisas encarnadas, fue copiada por las estudiantinas de finales del siglo XIX al punto de que se conocieron como camisas garibaldinas], traje de capricho; otras de valencianos, traje á propósito para pasearse el mes de febrero por Madrid, y no falta alguna compuesta de hombrones más negros que tizones vestidos con enaguas blancas, en mangas de camisa, un pañuelo de seda á manera de banderola, y una guírnalda en la cabeza...`...Alguna estudiantina hay, sin embargo, fiel á la tradicion, que sale á la callo con tricornio y manteo; pero la mayoría de estas músicas ambulantes se compone de personas que nada tienen que ver con la Universidad, y ya no se limitan á las vihuelas, flautas, violínes y panderetas, que tan buen efecto producen manejadas por manos hábiles......."(24).
Giuseppe Garibaldi (1807-1882).
1874: ".... a muchos estudiantes de Medicina, Veterinaria y otras carreras les entusiasma formar comparsas que, con violines, flautas, guitarras y panderetas, ejecuten por las calles valses y pasodobles. Pocas de estas comparsas visten el traje antiguo de estudiantes aunque se llaman Estudiantinas; a ninguna se le ocurre tocar, y mucho menos cantar, como en otro tiempo hicieron la popular e irreparable jota. Generalmente se disfrazan de zuavos, aunque estos últimos años han aparecido algunos Mefistófeles....[..]... lo que es indispensable a todo zuavo de estudiantina, lo que le distingue y le dá, por decirlo así, el tono, es el casquete que ha de cubrir sólo la parte posterior de la cabeza, la borla colosal que de él cuelga y lo rizado del pelo" (25).
Cuadro que plasma la existencia de una estudiantina postulante vestida con el uniforme de los zuavos en 186428
1878: Sobre la permanencia en el tiempo de esta apetencia estudiantil por vestirse de zuavos hemos hallado constancia en la prensa de 1878, en que la comparsa La Borla Azul vestía de tal guisa (33).
El momento decisivo para que una vestimenta se generalizara fue en 1878, con el viaje al Carnaval de París de la Estudiantina Española, cuya vestimenta inventara 'ad hoc' en la sastrería del Teatro Real de Madrid, de la que era sastre titular Lorenzo Paris (4,5), tomando prendas de diferentes siglos, y de la que la prensa publicó el siguiente contenido referente a su vestimenta:
“….los jóvenes madrileños comenzaron á tocar en la plaza de la Opera piezas de su repertorio; los guardianes dé la paz los interrumpieron, oponiéndose á aquel espectáculo inesperado, que atrayendo curiosos, empezaba á estorbar la circulación: la comparsa hubo de refugiarse en el vestíbulo del teatro de donde salió á poco tiempo para continuar el itinerario que se tenía trazado, y desfilando por delante de nosotros, nos dio ocasión para examinar los ricos trajes de los sesenta y cuatro individuos de ella, que así se parecían á los de los genuinos estudiantes que por las aulas de Salamanca y Alcalá arrastraban bayetas, como los vestidos de las pastoras del teatro á los de las verdaderas zagalas que pasaban la vida entre zarzales: jubón y gregüescos de terciopelo negro con botones de acero, y ancho cuello de encajes; medias de seda, también negras; zapatos de charol con lazo de igual color y hebilla de acero; guante blanco de cabritilla; gorra de terciopelo con un nudo de cinta amarilla y encarnada en unos pocos; en los más, sombrero apuntado (claque d’arlequin, dicen los periódicos de aquí), y la funesta cuchara á guisa de escarapela; tal era el atavío de estos bachilleres, más o menos auténticos..." ...[...]...... [en el banquete posterior] "....los estudiantes de París, que tomando por lo serio los trajes de la comparsa humorística venida de España, brindaron por la fraternidad escolar..."(26).
Le Monde Illustré, 16 -03-1878.
1879: La Tuna Madrileña, que previamente había visitado Sevilla, actuaba en Cádiz, San Fernando y Córdoba, publicándose lo siguiente sobre su vestimenta:
"...... visten trage de época antigua compuesto de zapato con hebilla, calzón ajustado y coleto [vestidura hecha comúnmente de ante, con o sin mangas, que cubre el cuerpo ciñéndolo hasta la cintura] negro de beludilio [velludillo: terciopelo de algodón, de pelo muy corto], manteo de paño y tricornio de aquella época adornado con la tradicional cuchara; trages elegantes y de mucho gusto construidos bajo la dirección del acreditado sastre D. Ángel Torija" (45).
Esta semejanza de vestimentas en dos agrupaciones estudiantiles de Madrid puede ser fruto de la imitación (tras la gran difusión mediática de su imagen a traves de grabados) o que ambos sastres, Lorenzo Paris y Ángel Torija, pudieran conocerse (desarrollaban su actividad profesional en la misma ciudad y el mundillo de este tipo de confecciones en aquella época giraba en torno al mundo del teatro) y compartieran ideas. La trascendencia mediática tenida por la Estudiantina Española le ha dejado todo el mérito a ella.
1896: En los albores del siglo XX que hubo Estudiantinas en 1896 vestidas de pierrot (39, 40) y que en 1898 "vistiendo caprichosos trajes de disfraz" (41).
1903: Prueba indirecta de que estas comparsas de estudiantes eran Estudiantinas Académicas lo aporta el hecho que en el Carnaval de Madrid de 1903 compitieron las comparsas "de Zuavos (34), la de la Tuna y la Murciana" (27) y el reconocimiento a ello que hizo la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre al lanzar en 1986 el siguiente sello postal en conmemoración a los Carnavales de Cádiz (29) y cuyo primer día de circulación fue el 5 de febrero de dicho año.
Sello postal. FNMT. 198629
1934: Curiosamente en pleno clima de efervescencia política pre-bélica, hay datos que señalan que en 1934 la Tuna Universitaria de Murcia adoptó para sus actuaciones "un mono azul con distintivo" (35).
Nuestro traje actual
El traje de Tuna supone uno de los elementos más característicos. Y decimos como Asencio González "traje de Tuna" y no "de Tuno" por la misma sencilla razón que él: Cualquier integrante de la Tuna tiene en su armario o ropero varios trajes para ponerse y salir, por ello cualquier traje (como los usados para ir a la oficina) es un "traje de tuno" porque quien lo viste lo es. “Solamente ese traje negro que vestimos cuando salimos a cualquier actividad de la Tuna es el traje de Tuna porque nos identifica como integrante de la Tuna, es por ello un traje de Tuna y no de Tuno” (1).
Si bien en países hispanoamericanos e incluso europeos como Portugal el traje de Tuna es diferente, describimos aquí el patrón aceptado en España desde finales 1878, pues entonces se creó este movimiento universitario basado las vestimentas de los siglos XVI al XVIII pero con los materiales nobles, diseño y confección por el sastre del Teatro Real de Madrid (1), que estudios recientes señalan que fue Lorenzo Paris (2). Está integrado por:
▪ Jubón: Es una “chaqueta corta y ceñida que cubría desde los hombros hasta la cintura que ya en 1734 apareció por vez primera en el Diccionario de Autoridades como “vestido de medio cuerpo arriba, ceñido y ajustado al cuerpo, con faldillas cortas, que se ataca por lo regular con los calzones” (3). Confeccionada habitualmente en España en terciopelo negro, pudiendo ser de otro material en países hispanoamericanos (por adaptación al clima tropical o escasez de este género de tela).
Los estudiantes de casi todo el siglo XIX “vestían jubón negro sin faroles, que son unos adornos “que pueden presentar las mangas del jubón o los gregüescos cortos, quizás como vestigio de las calzas acuchilladas de antaño, en el que cintas del terciopelo de dichas prendas dejan ver el forro subyacente, que puede ser igualmente negro o del color de la beca“ (3), prendiendo ya a finales del siglo XIX un lazo de color según su Facultad de procedencia en una de sus mangas (1). Los faroles (signo de mayor poder adquisitivo) son de aparición tardía. En los pueblos americanos el jubón presenta la mayor riqueza cromática, siendo buen ejemplo los que visten una buena parte de las Tunas Mexicanas (4).
▪ Pantalón: En la actualidad hay varios tipos, a saber:
a) Gregüescos: Pantalón introducido en el común de los mortales en el siglo XVI, continuaron usándose en el XVII, eran unos calzones lisos y muy anchos que llegaban hasta debajo de la rodilla. Usados por los estudiantes los más humildes, de los que deriva la mayoría de los pantalones de todas las Tunas actuales.
b) Cervantinos: También conocidos como gregüescos cortos. Son pantalones bombachos, con o sin "faroles" y ajustados al muslo por abajo del pliegue glúteo. Suponen un remanente del Romanticismo español y solían usarlos los estudiantes más pudientes. El término “cervantino” también se ha aplicado en la Tuna a un cuello con numerosos pliegues (3). Este tipo de pantalón también es usado por algunas Tunas Femeninas a uno y otro lado del Atlántico.
c) Taleguilla: Martín Sárraga y Asencio González la definen como “calzón estrecho y hasta debajo de la rodilla usado por los integrantes de la Tuna. Actualmente, muy ajustado, forma parte del traje de los toreros.” Es el tipo de pantalón más ampliamente usado por los Tunos españoles, e incluso por algunas Tunas Femeninas.
Los primeros jubones y pantalones parece que se confeccionaron con tela de color “pardo” (pardo, del latín pardus = leopardo), pudiendo ello influir en el hecho de que al novato se le llamara “pardillo”, pero en otros lugares también se les denomina “bulto” (Colombia), “caloiro” (Portugal) o "chapetón" (Ecuador) (3).
▪ Falda: Ya 1929 cuando en Madrid se constituyó la Orquesta Escolar Universitaria (entonces esta denominación era una de las diferentes maneras de llamar a una Tuna Universitaria) se publicaba en la prensa que “vestirán el clásico traje de los estudiantes españoles del siglo XVII; la única modificación que se introduzca en este indumento, será la necesaria para adaptarlo a las señoritas que tomen parte de la Tuna [había 4], las cuales usarán faldas de terciopelo negro” (4,5,6). Actualmente las Tunas Femeninas usan gran variedad de prendas sobre su pelvis, predominando las faldas largas en las Tunas Femeninas de Chile y recurriendo frecuentemente a los cervantinos y taleguillas en España y viéndose muchas faldas en torno a la rodilla tanto en Puerto Rico como en México, pero éstas son mayoritarias en las Tunas Femeninas de Portugal (4,5).
▪ Beca: Martín Sárraga y Asencio González recuerdan en su diccionario histórico (3) que “su primera aparición en el Diccionario de Autoridades data de 1726 y dice que ‘es un género de vestidura y ornamento que antiguamente usaban los clérigos constituidos en dignidad, el cual era una chía de seda o paño que colgaba desde el cuello hasta cerca de los pies. También en lo antiguo fue insignia de nobleza y era en esta forma: Una rosca que se encaxaba en la cabeza con un ruedo que salía de ella y con que se cubría, el cual colgaba hasta el pescuezo, y por la otra parte una chía de media vara de ancho que se rodeaba al cuello [a modo de bufanda] y servía para cubrir el rostro. Oy no está este nombre en uso sino en los Colegios y sus individuos, los cuales trahen esta insignia de diversos colores para distinguirse los de un Colegio de los de otro, y es como una faja o lista de una quarta de ancho y quatro varas de largo, hecha de paño o grana, y tal vez de seda, la qual se cruza por delante del pecho y, subiendo por los hombros, desciende por las espaldas hasta cerca de los pies, y se pone sobre el manto, y en el lado izquierdo se forma la rosca que está alta del suelo como media vara, y fixa en la punta de dicho lado izquierdo de la beca. En el Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid es mucho más corta, porque no llega más que al medio cuerpo’”.
Igualmente señalan dichos autores que “ Cobarrubias escribió que colgaba del cuello hasta los pies, disponía de rosca y cubría el rostro” y que “Blanco White (pseudónimo del escritor español José María Blanco y Crespo; Sevilla, 1775 - Liverpool, 1841) comenta en su Autobiografía que la palabra beca ‘debió venir a España procedente de Italia porque los Colegios españoles fueron creados a imitación de los de Bolonia’, señalando: ‘Me parece que la palabra becca debía significar bufanda, por lo que la beca debe ser la bufanda de un doctor, opinión que parece confirmar la presencia del guante blanco que de ella cuelga’ (3). Recuerdan que ’la describe como un trozo de tela de un pie de ancho y unos ocho o nueve de largo. Se dobla por la mitad como formando un ángulo y, manteniendo la doblez delante del pecho, se echan las dos mitades sobre los hombros, de manera que bajan por la espalda hasta cerca de los talones. La parte que cuelga del hombro izquierdo se hace más ancha a unos dos pies de su extremo, y en ese lugar tiene un anillo circular de madera, de una pulgada de espeso, cubierto por la misma tela’” (3).
En los inicios de la Universidad, la beca identificaba al escolar como alumno interno del Colegio y, con ello, desde su inicio, “diferenciaba a los internos de los manteístas” (3,5).
·Los Colegiales: Alumnos internos del Colegio (hijos de nobles, hidalgos y terratenientes) y tenían su propia vestimenta: la beca (3,4,5).
·Los Manteístas: Estudiantes de escasos recursos que no habían sido admitidos en como colegiales, “quizás por no tener expediente de limpieza de sangre” (3), proceso “costoso que obligaba a demostrar al pretendiente a beca que por ninguno de los cuatro costados, esto es los cuatro abuelos, tenía ascendencia morisca o judaica”. Los manteístas no vivían en el Colegio pero sí seguían allí sus (3,4,5).
La Tuna, surgida como una comparsa de estudiantes en el Carnaval de la década de 1830-1840 (3,4,5,46) que se la conoció "estudiantina" por vestir a la manera de los antiguos estudiantes, durante el periodo comprendido entre las décadas de 1870 y 1930 cambiaron progresivamente a llamarse Tuna y avincularse don su Casa de Estudios (47). En la segunda mitad del siglo XIX ya aparecen datos en que los verdaderos escolares, para afirmar su pertenencia a una Casa de Estudios, portaron un “lazo del color de la Facultad en el hombro” (4,5), generalmente el izquierdo e institucionalizarse a mediados del siglo XX al amparo del Sindicato Español Universitario (S.E.U.). Fue en la década de 1940 a 1950 cuando comienzan a verse Tunos portando beca (la primera referencia, hallada por Asencio González, data de 1943-44) en varios integrantes de una anunciada en la prensa andaluza como "Tuna del Distrito Universitario de Madrid" y en la nacional como "Estudiantina del S.E.U." al parecer pertenecientes de una Tuna de Colegio Mayor, que visitaron Sevilla sobre 1944 (2,22,36) y siendo la Tuna Hispanoamericana del Colegio Mayor Hispanoamericano Nuestra Señora de Guadalupe (Madrid, 1947) (4,5,7), primera agrupación que, en su totalidad, el autor ha hallado portando beca hasta el presente. Martín Sárraga, en su gira de 2013 por México (30) y Chile (31) de 2013, lanzó la hipótesis de que su adopción por las Tunas Universitarias fue por mero factor estético, "porque quedaban bien y se veían más bonitas que el lazo en la manga", impresión compartida en 2014 por Asencio González en el II Congreso Iberoamericano de Tunas (32). Finalmente la beca se popularizó y generalizó durante la década de 1960, portándola hasta las Tunas del SEU contrariamente a la normativa imperante desde 1955 (4,5).
Estudiantina de Madrid que viajó a Sevilla en 1944 (22,23).
Tuna Hispanoamericana del Colegio Mayor Hispanoamericano Nuestra Señora de Guadalupe (Madrid, 1947) (7)
Tuna de Derecho del SEU (circa 1965)8
Tuna Universitaria de Barcelona (8)
El primer escrito que señala su código de colores (aplicado entonces a las becas colegiales) es una obra del siglo XVII de Calderón de la Barca (11), pero “estudios posteriores hacen pensar que la elección de colores para cada carrera fue aleatoria” (2). No obstante, “en España su color depende se los estudios del centro universitario, siendo de la siguiente manera:
Rojo: Derecho
Amarillo: Medicina
Azul celeste: Humanidades
Verde: Veterinaria
Naranja: Económicas y Empresariales
Marrón: Ingenierías
Violeta: Farmacia
Morado: Psicología
Blanco: Bellas artes y Teología
Gris plomo: Ciencias de la información
Azul oscuro: Ciencias
Morado: Farmacia
Cobre: Carreras técnicas
Los nuevos estudios incluidos en la Ley de Reforma Universitaria española significaron una nueva hornada cromática para las nuevas titulaciones” (12). En la beca, y sobre el corazón, va bordado el escudo de la Facultad, habiendo Tunas que lo acompañan con el de su Universidad en el lado contrario.
Beca de la Tuna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia
La beca se gana siendo estudiante y se le impone al novato cuando la Tuna en su conjunto considera que ha logrado un grado suficiente de veteranía (saber estar, saber tocar instrumentos, saber cantar, así como tener los requisitos que la tradición del buen tunar impone: ingenio, sentido del humor, picaresca y caballerosidad, cualidades todas destacadas por Asencio González (14) “para poder representar dignamente tanto a su Tuna (honrando así a su Facultad y Universidad) como a la Tuna” (1). Actualmente la beca se tiene como signo distintivo del universitario (en actos protocolarios) y del integrante de la Tuna.
El acto, siempre solemne, de imposición de beca se realiza habitualmente en ceremonia privada y en contadas ocasiones se hace en público pero siempre supone un momento de verdad y de gran emotividad.
▪ Camisa: Blanca, de manga larga amplia y ancha cuyos los puños llevar pliegues o puntillas. Puede igualmente atarse con un cordón al pecho en lugar de botones y presentar cuello con más o menos pliegues almidonados, llegando a su máximo en el estilo cervantino, cuello adornado con puntillas o simplemente ser de cuello liso y amplio (4,5).
Últimamente, quizás por dificultad para encontrar personas capacitadas en su confección, se usa también el más moderno “puño camisero” de los trajes ejecutivos actuales.
Tipos de cuellos
▪ Calzas: Son las medias negras que cubren la parte de los muslos y/o piernas que deja expuesta la prenda que cubre la pelvis, usadas ya por los escolares del siglo XIII. Algunas Tunas hacen vestir calzas (medias) de color a sus pardillos, mostrando así la jerarquía interna (4,5).
▪ Cinturón: Correa hecha del mismo material que el jubón y pantalón, con hebilla plateada de generosas dimensiones (pero sin exagerar).
▪ Zapatos: Negros, preferiblemente con cordones. Durante el Romanticismo español tenían una amplia hebilla que ha caído en desuso; durante la Segunda República hubo alguna Tuna que levaba una escarapela en lugar de la hebilla (también se usó entonces, aunque con la misma escasa implantación, en el bicornio) (4,5).
▪ Sombrero: En desuso. Ha habido varios tipos.
Chambergo: Sombrero usado ya por los hombres del siglo XVI (9). “Sombrero de copa más o menos acampanada y de ala ancha levantada por un lado y sujeta con presilla, el cual solía adornarse con plumas y cintillos y también con una cinta que, rodeando la base de la copa, caía por detrás” (10). También conocido como sombrero de tres picos y chambergo de tres picos (3). Ha caído en desuso.
Tricornio: Los estudiantes levantaron las dos mitades de las alas del chambergo por encima de la copa y las sujetaron con la presilla, dando lugar al sombrero de medio queso o tricornio, llamado así por su característica forma triangular (13). De uso por algunas Tunas de Portugal (4,5).
Bicornio: Sombrero de dos picos (9) resultante de doblar las alas de uno redondo por los dos lados, vestigio del “tricornio que, con los años, fuera perdiendo su acentuada forma triangular” (8). Casi no se usa, visible en algunos Tunos españoles y del Perú (4,5). En el pasado portó una cuchara de madera o una escarapela (en tiempos de la Segunda República), pero ha caído en desuso.
▪ Capa y cintas:
Capa: Los escolares del siglo XIII usaron su predecesor, el manteo, que era una “capa larga de paño con cuello estrecho que usaban los estudiantes que no habían sido admitidos como colegiales” (12), “prenda de abrigo por excelencia de la que “derivó el apelativo manteísta” (8). Según Pérez Penedo “consistía en una capa de tela gruesa…. que llegaba hasta el cuello, carecía de esclavina y se anudaba gracias a dos cordones que colgaban de un cintillo que fileteaba su extremo. En la primera mitad del siglo XX ya aparecen imágenes que atestiguan que fue el lugar donde se prendieron las cintas (listones en México) que le regalaban al Tuno, probablemente como extrapolación estética del típico elemento carnavalesco que son las cintas en panderetas y clavijeros de instrumentos de cuerda, pero añadiendo un mensaje (quizás inspirado en el que portaban las "corbatas" que de venían prendiendo del mástil de la bandera de las Estudiantinas como reconocimiento a un hecho puntual). Hay fotos que evidencian que las cintas inicialmente fueron cortas (1,2), más tarde se alargaron y luego (al parecer en la década de 1960) se añadieron los escudos de las ciudades y países visitados en viajes de Tuna.
Actualmente se ha convertido en el elemento común en todas las Tunas del mundo, incluso más que la beca ya que no todas las Tunas Académicas la usan, pudiéndose decir que es la prenda "típica" del integrante de la Tuna. Confeccionada en paño negro, su fin principal es proteger del frío al tuno en las noches de invierno. Cubre desde el cuello y su longitud depende de la estatura del tuno, pero colocada al cuello y sobre los dos hombros debe llegar hasta las pantorrillas. Se ata en bandolera sobre el hombro del miembro superior no dominante (1) con un grueso cordón de seda trenzada, dejando libre el hombro del más diestro para no entorpecer la ejecución del instrumento que toque. Por ser una prenda de abrigo, el pardillo usa capa en España siempre que tenga recursos económicos para mandarla a confeccionar, pero hay algunas Tunas Hispanoamericanas que siguen costumbres propias sobre su uso, a saber:
- Colombia: Las pardillas de la Tuna Femenina de la Universidad Javeriana de Bogotá (en este país se las denomina "bultas") requieren que pasen un examen musical en el que se demuestre conocer y dominar un determinado número de piezas musicales de su repertorio para autorizarlas a llevar capa. De esta manera la "pardilla sin capa" es el primer escalón jerárquico, seguido por el de "pardilla con capa".
- México: La Estudiantina de la Universidad de Guanajuato, Tuna de varones de mayor antigüedad con actividad continuada en el continente americano, no porta beca y diferencia a los pardillos de los veteranos en que los primeros no portan capa y los segundos sí.
- Puerto Rico: En la Tuna de la Universidad de Puerto Rico, la más antigua de todo el continente con actividad continuada, desde la dirección de Gregorio Acevedo, tanto pardillos como veteranos recientes no portan capa, que se otorga cuando han alcanzado un determinado número de años tras ser investidos con la beca.
En la capa se colocan los escudos ("parches") de las ciudades y países por los que ha viajado en viaje de tuna, colocándolos en el borde de su miembro superior dominante formando hileras verticales. Hay tunas que el forro interior de la capa es del mismo color de su beca, mientras que una gran parte de Tunas lo lleva en raso negro.
Además de servir de abrigo, la capa sirve para lucir las cintas que le regalen al tuno, cosidas rodeando el cuello de derecha a izquierda y rematadas por escarapelas en su extremo superior, en grupos de 3 a 5. De esta manera la capa se convierte en un verdadero "diario" del integrante de la Tuna y, curiosamente, es la única prenda común a todas las Tunas Académicas hasta ahora detectadas en el mundo (aunque no todas prendan de ella escudos ni/o cintas).
Cintas: Llamadas listones en México, aparecen en el atuendo de las Estudiantinas en el siglo XIX (18). Entre las hipótesis planteadas sobre su origen tenemos:
a) Martín Martínez: Sugiere que en el manteo iban prendidos pañuelos de seda en recuerdo de las damas a las que se había rondado (19).
b) Pérez Penedo: Postula que, hasta pasado el siglo XVII, sólo se lucía "las cintas de los corpiños de las amantes del escolar" (20), pero en referencia al manteo del estudiante.
c) Carrillo Toral: Sostiene que derivan de los pedacitos de encaje del vestido de las muchachas que así indicaban al estudiante su interés por él (21).
d) Martín Sárraga: Considera que las cintas de la capa son la máxima expresión de las que adornaron clavijeros y panderetas (típico ornato carnavalesco) a modo de decoración o como recuerdo dado a cada integrante en el acto en que se le impusiera una corbata conmemorativa a la bandera de su Estudiantina (5), y que su mensaje (pintado, bordado o escrito) pudo inspirarse en aquellas corbatas, generalizándose su uso (como el de la beca) porque estéticamente quedaban bien.
La primera imagen que hemos hallado de una Estudiantina portando cintas en la capa es la de esta tarjeta postal que circuló por Francia en 1908 que muestra a una "Estudiantina española", que bien pudo haber sido la muy célebre Estudiantina Española Fígaro desfilando en Biarritz, en la que se aprecian ya pequeñas cintas (de longitud que va desde el hombro hasta el codo) prendidas de la parte superior de la enorme capa que llevan cual manteo.
Siempre han de ser de ser regalo de admiradores que plasman en ellas un mensaje personal. En cuanto a la tela con la que están hechas lo habitual es que sean de “raso” y suelen hacerse de 4 o 6 centímetros de ancho, que son medidas habituales en estos productos (4,5).
Como muestra la imagen de la postal anterior, inicialmente fueron cortas (como de 50 centímetros de largo) para, en la segunda mitad de la década de 1940, "alargarse" hasta alcanzar casi la longitud de la capa a la que iban destinadas (16). Su longitud actual es como de 2-3 centímetros más corta que el largo de la capa. Se cosen a unos 2-3 centímetros del borde del cuello en grupos de 4-5 y tapando la unión de todas con un remate, la “escarapela”, hecha con 2-3 cintas fruncidas a modo de círculos concéntricos (este adorno no debe ser excesivamente grande, siendo habitual que tenga de 7 a 12 centímetros de diámetro).
Sobre su color no hay nada definido, por lo que siempre lo elige quién la borda. En algunas Tunas se sigue la costumbre de reservar el blanco sólo para las cintas bordadas por la novia, su esposa o su madre (4,5).
Portugal
Como anticipábamos en la introducción de los elementos que conforman el traje de Tuna, en Portugal la vestimenta es diferente porque nunca se suprimió el traje estudiantil, si bien desde finales del siglo XX han aparecido variantes con indumentaria inspirada en la española.
El traje estudiantil de los varones se compone de calza (pantalón), chaleco, corbata (corbeta) y casaca (casaco) negros y camisa blanca. Este traje se llama también, en la jerga estudiantil (especialmente en Coímbra) traje de capa y batina aunque no lleven batina este término se mantuvo para designar la actual casaca. Los zapatos, también negros y de cordones. La capa, negra, que se cuelga sobre el hombro. En las chicas el traje es similar, pero la casaca es mas corta, todas no usan chaleco y no usan pantalón sino falda. Los zapatos, simples y sin cordones.
Existe una variedad del traje para sólo para los estudiantes de Braga (Universidad de Miño), que cambian el color de las medias y el triángulo que portan sobre sus hombros según la Tuna que sea, pues no está relacionado su color con los estudios que cursan a excepción de Azeituna que lo lleva azul porque ese es el color para la carrera de Ciencias.
Vestimenta de los varones (imágenes facilitadas or Jean-Pierre Silva)
Vestimenta de las señoritas (imágenes facilitadas por Jean-Pierre Silva)
Ejemplos de diferentes vestimentas portuguesas:
Tuna Universitaria del Instituto Técnico Superior (Lisboa), tomada de su perfil de Facebook.
Tuna Universitaria de Miño (Braga), tomada de su perfil de Facebook.
Tuna Femenina de Medicina de Oporto, tomada de su perfil de Facebook.
Tuna Femenina de la Universidad Luisiada de Oporto, tomada de su perfil de Facebook.
Tuna Femenina de la Universidad Católica de Oporto (facilitada por Jean-Pierre Silva)
Mestizaje
Por motivos que escapan al interés de este trabajo, en el continente americano hay al menos dos Tunas que visten a semejanza de las Tunas portuguesas clásicas:
a) Puerto Rico: Curiosamente sólo cuando Tuna de Segreles actúa en su patria utiliza una vestimenta “a la portuguesa” y se presenta como Segreles, a secas.
Como Segreles, en Puerto Rico (foto de su perfil de Facebook)
b) Colombia: La vestimenta actual que utiliza la Tuna Javeriana, segunda de su historia, es también “a la portuguesa” pero, a diferencia de las Tunas Lusas y de la puertorriqueña los javerianos se colocan la beca sobre la casaca, siempre usan la misma indumentaria y sin modificar su nombre.
Tuna Javeriana (Bogotá) (foto de su perfil de Facebook)
c) Perú: Entre 1973 y 1987 la Tuna de la Universidad Peruana Cayetano Heredia vistió con camisa blanca, pantalón negro y poncho rojo (48) como se puede apreciar en esta imagen.
Vístelo con orgullo
No hallamos mejor manera de finalizar este compendio que recordar al lector que el protocolo equipara el Traje de Tuna con la más estricta etiqueta, pudiendo acudir con nuestra vestimenta ante cualquier Rey, e incluso ante S.S. el Papa.
Referencias bibliográficas
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17. Félix O. Martín Sárraga. La obsolecencia de la información hace que un nuevo dato deje obsoleto a otro previamente publicado. Publicado el 21/07/13 en TUNAE MVNDI. Visible en. https://tunaemundi.com/index.php/publicaciones/sabias/248-la-obsolescencia-de-la-informacion-hace-que-un-nuevo-dato-que-haga-obsoleto-otro-previamente-publicado
18. Félix O. Martín Sárraga. No es hasta el siglo XIX cuando en el atuendo de las Estudiantinas aparecen las cintas. Publicado el 14/11/12 en TUNAE MVNDI. Visible en https://tunaemundi.com/index.php/publicaciones/sabias/123-no-es-hasta-el-siglo-xix-cuando-en-el-atuendo-de-las-estudiantinas-aparecen-las-cintas
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Publicación: 15-08-13 Actualización: 11-09-16